No os podéis perder la exposición de Sabala en la galería María José Castellví.
Un delirio de colores, un mar de sentidos, una montaña de ironías, un volcán de sarcasmos, un terremoto.
Armas de mujer. Hasta el 27 de octubre. Insisto: No os la perdáis.
6 comentarios:
MISS TOTEM :
QUE EN DIU EL PERIODICO :
24/9/2008 IDEAS // OLGA MERINO
Las gordas de Sabala
OLGA Merino
Si se nace con los cromosomas XX, conviene ser guapa. Por lo menos, del montón hacia arriba. La mitad de la humanidad soporta de antiguo el yugo de la belleza sobre las clavículas, y ese imperativo lastra la consecución de nuevas cotas de igualdad. Como apunta la ensayista Margaret Alic en El legado de Hipatia (editorial Siglo XXI), si Madame Curie hubiese estado pendiente de las exigencias estéticas de su época --sombrero, rizos con bigudíes, botines de tortura, manguitos y un corsé asfixiante--, habría hecho trizas todas las probetas del laboratorio y jamás se habría enterado de la existencia de la radiactividad.
Algunas mujeres, por suerte, le han dado la vuelta al calcetín: quieren estar guapas, por supuesto, y les encanta hacerse mechas en la pelu y pintarse de rojo las uñas de los pies, pero lo hacen sin angustia. Utilizan el maquillaje para reivindicar la sensualidad y no como armadura. Rebasaron la cuarentena hace años y están bastante llenitas. Me refiero a las féminas que pueblan el universo de la pintora barcelonesa Elisabeth Sabala, cuya muestra Armas de mujer permanecerá expuesta en la galería María José Castellví (Consell de Cent, 278) hasta el 27 de octubre.
Detrás de una luminosa inocencia, los lienzos de Sabala encierran un trabucazo de crítica social. Sus gordas ríen a carcajadas y cubren sus voluptuosas redondeces con medias de rejilla y déshabillés. Si las volumétricas modelos del colombiano Fernando Botero se antojan pasivas, víctimas sin alma que despliegan su languidez, las de Sabala jamás pierden el tiempo mirando de frente al curioso que las observa. Ellas están a lo suyo. Tienen asuntos más importantes que atender, sobre todo mantener engrasada la más certera de sus armas: la seducción. Estas hembras de exuberante carnosidad dicen lo que quieren sin pestañear y se hacen confidencias al oído. Es fácil imaginarlas encadenando frases ingeniosas al estilo de la actriz Mae West: "Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor".
Pero la suya es una malignidad cándida, que no hace daño a nadie, sin doblez. Una perfidia de aceituna en el martini que también se le regateó a la mujer. O santa o madre
Miss Totem:
Gracias por dejar aquí el buen artículo de Olga Merino. La vi en la expo el día de la inauguración, disfrutando de los cuadros. Se nota que le gustó un montón. ¡Bien!
Ire mañana y os doy mi opinion , por cierto tengo nuevo blog , estais todos invitados .
Te hare caso y efectuaré la visita. Siempre la he encontrado muy interesante.
Francis, Civisliberum:
Nos encantará conocer vuestras impresiones sobre la expo.
A ver si me paso esta tarde.
Publicar un comentario