El mundo retrocede hacia delante y busca con desesperación el modo de
acortar tiempos para tener cada vez más. O sea: Las pretensiones
contemporáneas son un oxímoron con patas. Yo escribo mis novelas a mano,
con pluma, en cuadernos de papel liso que me haya regalado alguien que
me tenga afecto mientras que mis libros ya llegan al mercado por la vía
electrónica, con tinta digital y soporte tecnológico. Dos extremos
alejados que sin embargo consiguen acercar a dos personas (autora
y lector/a) que tanto pueden tener en común. El desastre, a mi
entender, no es solo que el papel no tiene parangón. El desastre es que
nos saltamos a una de las figuras más decisivas a la hora de leer. Y de
escribir. Me refiero, claro está, a los libreros y a las libreras, y a
ese lugar en que los libros se huelen, se sienten, se vibran: las
librerías. No hay libro que pueda compararse a aquel que el librero/a
introduce para ti en la bolsa, con sus manos, con su recomendación, con
su complicidad. No hay libro que pueda compararse, tampoco, a aquel que
encuentras tú tras pasearte con ganas y fruición por las mesas y
estantes de una librería.
Todo esto para decir que la editorial Páginas de Espuma ha iniciado su andadura también en el mundo de las Redes con ochenta de sus títulos, de momento, entre los cuales tengo el honor de contar con tres: los libros de relatos "Con la soga al cuello" y "Por mis muertos", y el libro de microrrelatos "Trastornos literarios". Aquí ofrezco los enlaces para quienes puedan interesarse por este sistema de compra, que solo alcanzo a entender en caso de resultar imposible el periplo tradicional.
Todo esto para decir que la editorial Páginas de Espuma ha iniciado su andadura también en el mundo de las Redes con ochenta de sus títulos, de momento, entre los cuales tengo el honor de contar con tres: los libros de relatos "Con la soga al cuello" y "Por mis muertos", y el libro de microrrelatos "Trastornos literarios". Aquí ofrezco los enlaces para quienes puedan interesarse por este sistema de compra, que solo alcanzo a entender en caso de resultar imposible el periplo tradicional.
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