Los tiempos han cambiado desde la época de Aladino. Las lámparas maravillosas ya no existen, y casi que tampoco existen los genios. Sin embargo, todavía conservamos la capacidad de imaginar.¿Qué pediríamos al genio de la lámpara? ¿Qué tres deseos querríamos ver hechos realidad? ¿Asuntos inmediatos? ¿Peticiones de carácter universal? ¿Pequeñas ilusiones personales? ¿Algo para nosotros y algo para los demás? Si nos dieran un tiempo límite para elegir, por ejemplo una semana, ¿nos bloquearíamos? ¿Erraríamos al pedir?
Cuidado con lo que sueñas, porque puede hacerse realidad... ¿Recordaríamos la amenaza de esa máxima?
¿Intentaríamos colarle al genio dos deseos por uno en plan oferta? Seis por tres y te dejo libre para siempre, te doy una parte... Y si me concedes siete, uno para ti... ¿Regatearíamos?
A veces he pensado que le diría: Mi primer deseo es que me digas qué deseo.


