martes, 7 de agosto de 2007

UN PERIO RELATO Y UNA RECOMENDACIÓN

El perio relato, el que escribí para El Periódico el domingo pasado, 5 de agosto:

DOMINGO 5

ODIOS CANJEADOS

Sabía que los enemigos eran los otros, los que vestían distinto, los que hablaban una lengua ininteligible. Había que matarlos: se lo habían dicho sus superiores y la televisión. Sin embargo, él no sentía nada por los enemigos. Por mucho que se esforzara, no conseguía odiarlos. A quien sí odiaba, y con todas sus fuerzas, era a su compañero Ehud, el soldadito valiente. Estaba cansado de sus proezas, harto de su ejemplaridad.
No costaría mucho hacerse con una cantidad suficiente de opio. El soldadito valiente no estaba acostumbrado a fumar y caería presa de un sopor insuperable. A él le bastaría con decir “presente” cuando al pasar lista dijeran el nombre de Ehud. Y los enemigos se encargarían de lo demás, porque a ellos, sus superiores y la televisión les habrían dicho, como a él, que a los que vestían distinto, a los que hablaban una lengua ininteligible, había que matarlos. Y obedecerían, aunque no fuesen ellos quienes lo odiaran.

Titular: “El Ejército israelí “olvida” a un soldado en una operación en Gaza”, 30 de julio.

Y LA RECOMENDACIÓN:

La lectura de la novela "El sueño de Bruno", de Iris Murdoch. Tremenbunda, tremendamente humana.

7 comentarios:

nunuaria dijo...

Brutal tu Perio Relato.

¿Te imaginas un mundo sin fronteras y sin guerras? Puede que dentro de algunas generaciones el ser humano aprenda. A veces me gusta pensarlo.

Anotado el libro que recomiendas.

nat dijo...

ets bona company, ets molt bona

Inma dijo...

Qué buena historia!!! Corta y breve. Yo me la he llevado a la cabeza durante ya varias horas. Hace pensar. Duele imaginar que eso sea posible.
Me apunto al comentario de Nat.

Flavia Company dijo...

Gracias a las tres por vuestros comentarios. Seguiremos. Seguimos. Sigamos.

NáN dijo...

Es estupendo cómo has personalizado una nota de teletipo (la nota se las trae, desde luego). Me lo he leído dos veces seguidas de lo que me ha gustado.

Pero aun consciente de tu derecho a escoger un matiz, que no presupone que no existan otros fuera del relato, hay un matiz que no es de canje. Que me hace siempre saltar: no admito con resignación que se equilibren las cosas diciendo "son cosas de dos, cada uno tiene su responsabilidad". No siempre es así. Sin necesidad de terminar en los periódicos, a mi lado he visto deshacerse parejas que conocía bien porque uno de los dos es un cabrón o una cabrona.

Y con respecto a los palestinos, no se lo tienen que decir sus superiores o la televisión. Lo saben ellos cuando desde niños tienen que esperar a que "los otros" les dejen pasar una barrera para llegar al colegio (muchas de esas veces vuelven a casa sin conseguirlo, sobre todo en las zonas rurales, con las "puertas" al campo. Lo saben porque "los otros" van a su casa a matarles (creo que los "resultados" desde la última intifada van 4.000 a 1.000), pero sobre todo van a "no dejarles vivir", por eso están muriendo de hambre y de intolerancia y de pobreza intelectual. Ellos, que fueron la esperanza de la razón. Ya no lo son. Ante los ojos de todos, que nos ponemos gafas ahumadas.

Flavia Company dijo...

Nán:
Totalmente de acuerdo, sin duda. Si personalizamos. Y de todas a todas, los enemigos, así, en general, no existen. No es una categoría homogénea que pueda identificarse con un colectivo. Persona por persona, en efecto, los hay que son cabrones y los hay que no, tanto dentro de casa como fuera.

nohara7 dijo...

Que buuenos que sois todos...
El bien... el mal...
Algo dogmáticos, Inquisidores de la fe.
En la edad media expulsasteis a los judios de españa, de francia, de inglaterra...de alemania. Los prejuicios se repiten en la historia interesadamente, hace poco se cargaban en vagones de tren.
Siempre serán culpables por no convertirse a la fe cristiana, luterana, calvinistas, cuaquera, islámica...
Vuestros comentarios se asemejan a los orangistas, con ellos el último pais que defendio la libertad de pensamiento frente a los fanáticos, sucumbio a manos de la chusma enardecida, linchados y descuartizados sus cuerpos fueron colgados de las farolas.
Era 1672 y la libertad, Johan y Cornelius de Witt, colgaba en las farolas.
Nunca aprenderemos.

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)