miércoles, 25 de julio de 2007

PAPIROFLEXIA

Toda la vida había tenido ganas de aprender a hacer pajaritas. Sabía hacer barcos de papel, y sombreros, y los he hecho de todas las medidas, pero nunca había encontrado el momento de aprender a hacer pajaritas. Incluso me había comprado años atrás un libro de papiroflexia, pero no sé por qué, no me puse a practicar lo que indicaba.
(Probablemente me haya influido el amor que Unamuno sentía por las pajaritas; las suyas fueron famosas; si hasta incluye un tratado de papiroflexia al final de una de sus novelas; si no recuerdo mal, de "Amor y Pedagodía").
La que veis en la foto es la segunda que he hecho. (La primera quedó igual de bien, no creáis, pero no sé dónde está).
Puede que os parezca una estupidez. Puede que lo sea. Pero ni os imagináis la gracia que me causa poder coger un trocito de papel y, después de unos cuantos pliegues, obtener una pajarita. Esas menudencias de la vida. Y además, me ha enseñado a hacerlas una buena amiga. No creo que me ponga a hacer ninguna sin estarle agradecida.
Y para colmo, me encanta la palabra "pajaritas". Si se llamaran, pues qué sé yo, "avecillas", creo que no me gustarían tanto.

6 comentarios:

silvia dijo...

yo no recuerdo quien me enseñó a hacerlas; debo ser una desagradecida. no recuerdo ni cuándo aprendí, pero también me encanta hacerlas, me entretienen las manos (que a veces me da que tienen vida propia -las manos, digo-) y estéticamente son tan monas....yo había pensado en utilizarlas como logo para algún producto. el problema es que aún no he pensado el producto y ¿cómo va a vender una algo de lo que sólo posee el logo que lo identifica? es difícil

dable dijo...

Creo que los de Castilla y León empezarán a hacer topillos de papiroflexia.

Pasaremos de la pajarita a los topillos, sin olvidarnos de la rana saltarina, Pere Quart estaría contento.

Flavia Company dijo...

Silvia:
Pues debiste de aprender sin darte cuenta... Yo recuerdo, por ejemplo, que los barcos fue mi abuela quien me enseñó a hacerlos. Y es un recuerdo requeteentrañable.

Dable:
Esos topillos, sí, y esa rana saltarina, cómo no. Adelante, adelante el arte de la papiroflexia. Bonita palabra también, por cierto.

dable dijo...

Quizá si hiciérmamos origami aprenderíamos a hacer dragones.

Flavia Company dijo...

Origami, papiroflexia... Unamuno lo llamaba cocotología, por la palabra francesa "cocotte" (pajarita).

silvia dijo...

sí,he aprendido más cosas sin darme cuenta.
también sé hacer ranas. me enseñó una cría de de diez años. qué gracia. mar se llamaba. bonito nombre.
a mí mi abuela me enseñó a hacer tiras de muñequitos cogidos de la mano. los colgábamos en el balcón de su casa. ahora, pobrecita, va de casa en casa. triste eso de envejecer, joder...

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)