Pues sigo.
Recién llegada de Alemania, como decíamos ayer, de una lectura de La isla de la última verdad en Bremen y otra en Hannover, y de un encuentro con mis editores alemanes en Berlín, ¡zas!, me encuentro la bienvenida que me da Mª José Obiol con sus palabras en el Babelia, reseña por cierto de la que tuve noticia antes de subir al avión de regreso desde Berlín gracias al sms que me envió a primera hora de la mañana mi querido amigo del ancla, Rafa, en el que decía, (atribuyéndose parte de los méritos de la novela, solo porque se la dediqué), que el comentario "nos deja muy bien", jajajaja. Cría amigos.
Venía yo ya tan contenta de la experiencia germánica y bueno, quiero da las gracias a Obiol desde aquí por su generosa reseña y decirle que me ha parecido tan circular, sintética y profunda que me ha dado la sensación de estar leyendo un estupendo microrrelato. Gracias de todo corazón.
Una curiosidad: mis editores alemanes me contaron el viernes que a finales del mes de mayo van a distribuir por las cadenas de librerías alemanas un pequeño volumencillo de 12 o 15 páginas, con el principio de La isla de la última verdad, al que se adjuntará un cuestionario de tres preguntas. Los lectores que las contesten bien y envíen sus respuestas a la dirección que se les indique, entrarán en un sorteo de un viaje de fin de semana a Barcelona para dos personas con todos los gastos pagados y... una cena con la autora de la novela. Me ha parecido alucinantemente divertido. Y halagador. Me encanta. Pues eso, que aquí me tenéis, compartiendo alegrías.
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en Babelia. 8/5/2011
por MARÍA JOSÉ OBIOL
Narrativa.
Hay un barco, un abordaje, piratas. Y alguien llamado Mathew Prendel que salva la vida lanzándose al mar, sorteando las balas y llegando a una isla. En ella hay otro hombre, ¿un Viernes? se pregunta quien lee. No, es un pirata y ha sido herido por el propio Prendel. Su nombre es Nelson Souza. Dos náufragos, pues, un pirata y un cirujano y profesor de universidad. Lo que cuenta Flavia Company (Buenos Aires, 1963) es de este tiempo, y los dos protagonistas delimitarán su territorio. Serán carcelero y prisionero. La historia de ese naufragio la escribirá años después la compañera y amante de Prendel, escuchando sólo la voz de uno. Joseph Conrad escribió: "Me llaman escritor del mar (...) pero mi preocupación son los sucesos de la gente". No es extraño pues, que ambos protagonistas se peleen por un libro y que éste sea El copartícipe secreto, de Conrad. Company cuenta lo que es sobrevivir a esa prueba de paciencia, inteligencia e imaginación. Se trata de rememorar la existencia pero, sobre todo, de tratar de extenderla más allá de ese horizonte sin barcos. En la isla de la última verdad hay diamantes y un tesoro: las cartas de Souza. El contenido de una de ellas contiene un deseo. Y ese deseo desvelará secretos. Qué bien narra Company la experiencia del hombre que vuelve, la voz de la doctora Westore intercalándose entre los náufragos y esa tensión que prevalece hasta el final. Sucesos de la gente, que diría Conrad.
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La isla de la última verdad
Flavia Company
Lumen. Barcelona, 2011
134 páginas. 16,50 euros
Libro electrónico: 11,99 euros
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Y ADEMÁS,
LA ISLA TAMBIÉN APARECE EN LA REVISTA QUIMERA, EN LA SECCIÓN DE MI QUERIDO Y ADMIRADO
MANUEL VILAS,
A QUIEN AGRADEZCO DESDE AQUÍ, CON MUCHOS Y FELICES Y FESTIVOS ABRAZOS, HABERME INCLUIDO EN SU FANTÁSTICO TEXTO SOBRE LA NARRATIVA ESPAÑOLA ÚLTIMA: