lunes, 30 de julio de 2007

PERIO RELATOS

Os dejo los que escribí para el fin de semana.
Qué calor va haciendo, ¿no?

El del sábado 28:
Titular: “Cerrada la web de "El Jueves" por la caricatura de los Príncipes”. (El Periódico, 23 de julio de 2007).


SUS CASTAS MAJESTADES

Érase una vez un reino con sus cosas y, por encima de todo, con sus príncipes en palacio, donde precisamente estaban desayunando una mañana de lunes con sus tacitas de plata sobre su mantel de encaje.
El príncipe suspiraba mientras se decía: “Eres el príncipe, eres el príncipe”, y se lo repetía una vez tras otra porque, seamos sinceros, es algo difícil de creer si uno no es protagonista de un cuento de hadas. Y se jaleaba para hacer acopio de fuerzas y proponerle a su princesa algo quizás descabellado pero que se le imponía con la fuerza de la necesidad. Por fin le espetó: “Querida princesa mía, ¿os prestarías por favor a yacer conmigo para fundir nuestros reales fluidos corporales?” Y ella, un día más, le contestó: “Príncipe amado, qué poca memoria tenéis. Consultad el calendario y comprobaréis que nosotros nunca lo hacemos el cuarto día de la semana”. El príncipe, preso de la furia y del deseo, ordenó que eliminaran el jueves.


El del domingo 29: Titular: “El juez que quitó la custodia a una lesbiana será castigado”, (El Periódico, 25 de julio de 2007).


UN JUEZ SIN JUICIO

Fue al ver la foto en el diario cuando caí en la cuenta de lo que había sucedido o, mejor dicho, de lo que estaba sucediendo desde hacía años. Si quieren que les sea sincero, lo habíamos dado por desaparecido. Incluso las autoridades habían renunciado a su búsqueda. A fin de cuentas, a quién le importa un enfermo mental más o menos, si nadie lo reclama.
Puedo asegurarles que me quedé de piedra: allí estaba, cruzado de brazos y con los ojos fijos en la cámara, con la misma mirada fría y calculadora que nos dirigía en el frenopático cuando aseguraba ser Franco, Hitler o Mussolini y casi nos convencía. Se escapó del Centro y, no sé de qué extraña e inverosímil manera, consiguió hacerse pasar por juez. Todos estos años, los que ha tardado la democracia en descubrir por fin al impostor, gracias a sus escandalosas barbaridades.
No quiero asustarlos, pero hemos detectado que desde hace tiempo nos faltan unos cuantos internos más. No bajen la guardia.

viernes, 27 de julio de 2007

FRAGMENTO


Empiezan las vacaciones, hoy, para mucha gente. Agosto está aquí mismo. Y andaba pensando qué entrada proponer, y mira por dónde, me ha dado por colgar aquí un fragmento de la última novela que he publicado, "La mitad sombría", en la editorial DVD, que habla sobre la mentira, un tema que, junto al secreto, me interesa sobremanera. Este fragmento, además, forma parte de un libro de cuentos todavía inédito al que por cierto, también pertenece "Padre e hijo", texto al que podéis acceder buscando entre mis links.

A veces una tiene ganas de decir otra vez lo mismo. Éste es uno de esos casos. Espero que os guste. Es el umbral a un blog de agosto que, según veo, se presentará literario, ya veremos de qué manera. Seguiré por aquí. Y os esperaré.


FRAGMENTO DE "LA MITAD SOMBRÍA"

MENTIRAS

Sabía por experiencia que muchas veces la gente inventaba una farsa para tapar otra anterior o, formulado con más sencillez, sabía que una mentira llevaba a otra. Conocía ejemplos de todo tipo, desde aquellas catástrofes que se iniciaban por una mentira absurda, dicha porque sí, por distracción, por cansancio, por puro seguir la corriente, o sea por nada, hasta las que, aún arreglándolo todo, no dejaban de serlo. Después sólo existían dos formas de componerlo: seguir mintiendo o hacer que la mentira se convirtiera en verdad, llevándola a cabo.
La tía de Ename, Marilyn, una mujer resoluta, al parecer de carácter fuerte y de ideas drásticas, había pasado, por culpa de la ley que sin excepción lastra la mentira, los peores momentos de su vida. A Ename se lo había contado su padre, una de esas tardes que pasaban juntos en el sofá, delante del televisor encendido pero sin volumen, delante de algunos botellines de cerveza, delante de un cenicero siempre lleno de colillas, delante de un espejo en el que, si les hubiese interesado, habrían podido observarse como si fueran verdaderos extraños.
La tía Marilyn tenía tres hermanos: Sean -padre de Ename-, Montgomery y Cliff. La tía Marilyn se había ido del pueblo, al igual que Sean y Montgomery. Vivían los tres en un minúsculo apartamento de la ciudad más sucia del país. Allí había ido a visitarlos Cliff, el más joven de los cuatro, sobre todo con la intención de concursar en la Feria de Ganado más prestigiosa que se organizaba a lo largo de todo el año. Por un desgraciado accidente ocurrido en uno de aquellos estúpidos rodeos en los que solía participar, Cliff murió pocos minutos después de sufrir una espectacular caída. Cliff era el preferido de su madre, por ser el menor quizás, el que aún vivía en el pueblo, en la casa materna, el que jamás se había negado a peinarse y a ponerse un traje cualquier domingo para acompañarla a misa o al cementerio, a limpiar la tumba del marido, quién sabe.
Marilyn, Montgomery y Sean se quedaron inmóviles y desconcertados, con el cadáver del chico a los pies, incapaces de mover un solo músculo para hacer absolutamente nada. Y a pesar de que aquella quietud duró una eternidad, al fin acabó y todos pasaron a la siguiente fase: el entierro. ¿Debían avisar a la madre? Discutieron sobre el asunto poco convencidos. ¿Qué había que hacer en un caso como ese? Más aún, ¿qué debía hacerse en ese caso? Montgomery y Sean, por una absurda fórmula que delataba más bien una manera de no tomar cartas en el asunto, aseguraron a su hermana que era la más indicada para decidir pues, no había que olvidarlo, ella al fin y al cabo era, lo mismo que su madre, mujer. Marilyn en otro momento se habría rebelado ante ese ambiguo “al fin y al cabo”, pero entonces ni se dio cuenta de lo que escuchaba. Es más, encontró incluso cierta lógica a lo que acababan de decidir sus hermanos por ella. “De acuerdo”, dijo, “lo haré a mi manera”.
Marilyn llamó entonces a la madre por teléfono y mantuvo con ella la siguiente conversación:
“¿Mamá?”
“Pues claro, quién quieres que sea”.
“Mamá, siéntate”.
“No me da la gana sentarme. ¿Qué ha pasado?”
“¿Cómo sabes que ha ocurrido una desgracia?”
“Espera, un momento, yo no he dicho una desgracia, sólo he preguntado qué ha pasado. ¿Qué ha pasado? Espera un momento, voy a acercar la silla”.
“Mamá, ha pasado una desgracia”.
“De acuerdo, ¿quieres pasar a la frase que sigue a eso? Ya me la has dicho dos veces”.
Marilyn tuvo que contener los sollozos. No estaba bien que empezara a llorar antes de decirle a su madre lo que había ocurrido.
“Mamá, ha pasado una cosa terrible”.
“¡Marilyn, no lo hagas peor todavía!”
“No puede ser peor”.
“¿Se trata de Cliff?”
Marilyn se dijo después, al colgar, una cantidad de veces incontable que, si su madre no hubiese hecho esa pregunta, ella habría sido capaz de llegar hasta el final y de consolarla en el momento oportuno y, acto seguido, decirle que le mandaban entre todos –todos menos uno- el billete de avión para que fuera al entierro. Pero aquella pregunta –quién sabe si por celos o por compasión- lo trastocó todo y, como si no fuera en absoluto dueña de su voluntad, ni de su voz, ni de nada de nada, Marilyn prosiguió:
“Lo peor sería que te diera una mala noticia sobre Cliff, ¿no es cierto?”
“Marilyn, cariño, no he dicho eso”.
“Sí, de algún modo sí lo has dicho”.
“Bueno, pues no quería decir eso”.
“Deberías cuidar más tus palabras”.
“¿Me quieres decir de una vez por todas qué diantre ha pasado?”
“Sean ha muerto. Lo hemos enterrado esta mañana”.
Marilyn oyó a su madre gritar y llorar desesperada al otro lado del hilo. Por fin, cuando volvió al auricular, la oyó preguntar:
“¿Cómo ha sido? ¿Por qué no me habéis avisado para ir al entierro? ¿Cómo estáis? ¿Cómo está Cliff?”
Fue entonces cuando, como una losa de cientos de toneladas, sobre Marilyn cayeron las últimas palabras que dijo en esa conversación su madre, justo antes de colgar sin darle tiempo a responder:
“Id a buscarme esta noche al aeropuerto. Cogeré el vuelo de las nueve”.
Y, en efecto, colgó.
Había que pensar en un plan de respuesta, pero ella sola se sentía incapaz de hacerlo. Fue al tanatorio, en donde Montgomery y Sean velaban el cadáver de Cliff. Les contó lo sucedido y los hermanos, pasmados, dijeron que no podía haber hecho nada así, que era imposible. Marilyn tuvo que jurar por sus muertos –en ese instante allí presente el único que importaba- que era verdad, que no había sabido hacerlo mejor y que había tenido la sensación de que la muerte de Sean le dolería bastante menos que la de Cliff, razón por la cual había mentido de un modo tan absurdo.
¿Y ahora qué? Llamaron de nuevo a casa de la madre, pero naturalmente ya había salido. En eso Marilyn tenía a quien parecerse: rápida y resuelta. No había solución. Iba a llegar esa misma noche y nada más.
Las ideas geniales de Marilyn parecían no tener fin aquel inolvidable día: propuso que fuera solamente Sean al aeropuerto, con lo cual la madre se daría cuenta de inmediato de que la cosa no cuadraba: o Marilyn se había equivocado de nombre o ella había entendido mal. Después, con calma, en el viaje del aeropuerto al tanatorio, Sean le contaría la verdad.
Barajaron muchas más posibilidades, pero todas eran igual de malas. Finalmente, Sean se marchó solo a recoger a la madre.
Recordaba Ename que cuando llegaba a este punto de la historia, a su padre se le llenaban siempre de lágrimas los ojos.
Cuando Sean distinguió a la madre entre los pasajeros y consiguió tras expresivos ademanes que la madre lo viera a él, ésta cayó fulminada en el suelo brillante y frío del aeropuerto, a unos pocos pasos de su hijo mayor. ¿Qué mató a aquella mujer? ¿Pensó que Sean era un resucitado? ¿Se dio cuenta con horror de que, si estaba vivo Sean, podía estar muerto Cliff? ¿Le había llegado su hora?
Al día siguiente, Montgomery, Sean y Marilyn enterraron a su madre y a Cliff en nichos contiguos, cosa que seguramente habrían elegido si hubiesen podido elegir.

miércoles, 25 de julio de 2007

ORIGAMI


Impresionante mono de Akira Yoshizawa.

PAPIROFLEXIA

Toda la vida había tenido ganas de aprender a hacer pajaritas. Sabía hacer barcos de papel, y sombreros, y los he hecho de todas las medidas, pero nunca había encontrado el momento de aprender a hacer pajaritas. Incluso me había comprado años atrás un libro de papiroflexia, pero no sé por qué, no me puse a practicar lo que indicaba.
(Probablemente me haya influido el amor que Unamuno sentía por las pajaritas; las suyas fueron famosas; si hasta incluye un tratado de papiroflexia al final de una de sus novelas; si no recuerdo mal, de "Amor y Pedagodía").
La que veis en la foto es la segunda que he hecho. (La primera quedó igual de bien, no creáis, pero no sé dónde está).
Puede que os parezca una estupidez. Puede que lo sea. Pero ni os imagináis la gracia que me causa poder coger un trocito de papel y, después de unos cuantos pliegues, obtener una pajarita. Esas menudencias de la vida. Y además, me ha enseñado a hacerlas una buena amiga. No creo que me ponga a hacer ninguna sin estarle agradecida.
Y para colmo, me encanta la palabra "pajaritas". Si se llamaran, pues qué sé yo, "avecillas", creo que no me gustarían tanto.

martes, 24 de julio de 2007

VIDA Y MUERTE EN EL JARDÍN DE LAS DELICIAS

Las hormigas trabajan infatigables para obtener su porción. La familia de ratones busca a uno de los suyos, en vano. Ley de vida en el jardín de las delicias, donde además de menta, lavanda, el monte de orégano, que no es todo, y las fresas con champán, manzanas, limones o flores diversas, se encuentra una, junto a los cipreses -los símbolos nunca crecen solos- estas bofetadas que la naturaleza le prepara de forma espontánea.

JARDIEL
Por cierto que hace unos días os comentaba que andaba con la lectura de "La Tournée de Dios", que definitivamente os recomiendo después de haberla acabado; hacia el final hay un fragmento que conviene a esta entrada de hoy. Os la copio, pues, a ver qué os parece:

"Nació porque sí. Se muere porque sí también. Nació porque su nacimiento era un movimiento previsto y necesario, y ahora muere porque su muerte es un movimiento necesario y previsto. Nació y muere porque todo se mueve a tu alrededor. Nació y muere por lo mismo que tú escribes, que Flagg miente, que se pone el sol, que cantan los pájaros, que amanece el día. Nació y muere porque nada se está quieto, y porque, gracias a ese voltear incansable existe el Universo".

lunes, 23 de julio de 2007

PERIO RELATOS

Os dejo aquí el mío publicado en "El Periódico" el domingo 22.
Por cierto, ¿a nadie le ha gustado tanto como a mí el cuento de Calders? Compruebo que no habéis dejado ningún comentario...
Bueno, seguimos.

UNA BOTELLA MÁS
Flavia Company

El titular: “Los plásticos tapizan el fondo del Mediterráneo europeo”, El Periódico, 17 de julio de 2007.


Doy el último trago de agua. Había pensado guardarlo para más tarde, por si acaso, pero no: La sed me ahoga; me he tragado, como poco, medio mar. Además, ahora tengo la botella disponible. Cuánto me alegro de mi manía de llevar lápiz y libreta: un rato al sol para secarla, y lista para usar. Pero, ¿qué pongo en el mensaje? Ni idea de dónde estoy. Cielo por arriba, superficie sólida por abajo y agua a mi alrededor: es todo lo que sé, y eso que me saqué el titulín para navegar. Nada ni nadie a la vista. Estoy solo. Deduzco por lo tanto que he naufragado, si es que destrozar una lancha y nadar desesperadamente hasta una piedra puede llamarse así. O sea que escribo: “Socorro desde una roca de ocho por ocho en medio del mar, saliendo de Valencia hacia la derecha, lejos, y desde donde todo es horizonte. 22 de julio de 2007. De momento estoy bien, pero no tarden. Gracias. Saludos”. Y lanzo la botella al mar, seguro de que pronto la encontrarán.

viernes, 20 de julio de 2007

REGALO DE FIN DE SEMANA


¿Un regalo? Pues sí. ¿Y de qué se trata? Pues de un cuento breve de Pere Calders, que dice:


-Tu hi creus en les paraules definitives?

-Què vols dir?

-Vull dir quan s'arriba en aquell moment solemne en el qual un dels membres de la parella declara a l'altre: "Ara és l'hora de parlar d'allò que m'he callat sempre!"

Els dos amics es van quedar silenciosos, fins que un d'ells reprengué la conversa:

-No. No hi crec. Callar no és mai sobrer, sobretot a mesura que posem anys. Si algú ha aguantat fins "aleshores", és una imprudència jugar-s'ho tot en una de les cartes de la conversa...

-I doncs? Què faries tu?

-Si la cosa fos tan greu, me n'aniria sense donar cops de porta. I saps per què?

-No.

-Doncs perquè em faria molta por haver d'escoltar allò que l'altre, amb tota seguretat, també callava.


Y para seguir leyendo textos magníficos, os recomiendo una breve novela epistolar de Natalia Ginzburg, Querido Miguel -recuperada hace poco por Acantilado- y un libro de breves ensayos de la misma autora, recuperado por la misma editorial: Las pequeñas virtudes.


Buen fin de semana.

martes, 17 de julio de 2007

VACACIONES DE AGOSTO



Ya falta menos para las vacaciones típicas del español medio y catalán tres cuartos. O sea para las mías por ejemplo. El mundo de la comunicación queda suspendido durante el verano, o casi. Llega el momento de las buenas lecturas, las buenas barbacoas o lo que sea que se tercie. Momento de dedicarse una a sus aficiones. O de pensar que lo hará mañana, el otro, el otro... con días por delante todo es posible: barnizar los postigos, aspirar el coche, arreglar una lámpara, ordenar el estudio... Y no hacer nada, dejarlo para el verano siguiente y tener siempre esas pequeñas cosas esperándonos.


Entretanto, os dejo la imagen de un refrescante detalle de jardín.

domingo, 15 de julio de 2007

EN FILA


Míralas a ellas, en fila y pensativas.

TRES EN UNO


Aceite o engrasante utilizado para que funcionen mecanismos que se han oxidado o endurecido.


Hay otro, buenísimo para el cerebro, aparte naturalmente de la lectura y la conversación: La Play Station II y, más concretamente, cualquiera de los juegos de aventura de Lara Croft. El último, Aniversary, aun cuando se trata de un remake del primero con los gráficos más avanzados, es una gozada.

LLENAR LA NEVERA


Y limpiar. Pueden ser dos buenas acciones del fin de semana -de algún fin de semana, cuando la cosa ya empieza a ser gravemente insostenible.

Y qué gusto da ver el hogar reluciente y la nevera llena. Y qué poco dura tanto una cosa como la otra. Y qué desagradecidas las labores de la casa, de veras, qué frustrantes.

Leí hace ya tiempo un artículo de alguna escritora española con éxito, ahora no recuerdo si Rosa Montero o Almudena Grandes o Soledad Puértolas, pero alguna de las tres, sobre hasta qué punto las tareas domésticas lacraban la vida de las escritoras, cuando seguramente no afectaban en absoluto a la vida de la mayor parte de los escritores, que habrían pasado de los cuidados de la madre a los de la esposa o, en su defecto, a los de la asistenta.

Y es verdad que a veces, mientras limpio, compro o cocino, pienso: qué tiempo tan desperdiciado, tan tirado a la basura, tan inútil. Pero otras veces no estoy tan segura: puede que ser conscientes de lo que compramos para comer o ensuciamos para vivir tenga sentido.

EQUILIBRIO


Se puede una dedicar a muchas cosas, en ratos perdidos o mientras sostiene conversaciones con una sola mano, es decir, de esas que no versan sobre nada específico, de esas que se mantienen en el ascensor, o en el metro, en la cola del mercado o con la familia política.

Aquí os dejo lo que hice con unas cuantas pinzas de tender ropa el pasado viernes.

Se admiten todo tipo de comentarios.

viernes, 13 de julio de 2007

FIN DE SEMANA


Hoy, a la manera de un horóscopo, con recomendaciones para sus distintos apartados:


Amor: Hacedlo.

Salud: Usadla.

Dinero: Gastadlo.

Trabajo: Olvidadlo.

Amistad: Curráosla.

Familia: Lo justo y necesario.


Ocio y/o cultura:

Cine: La vida de los otros

Literatura: Cualquier título de Clarice Lispector, especialmente "La hora de la estrella".


miércoles, 11 de julio de 2007

martes, 10 de julio de 2007

LIBRERÍAS DE VIEJO Y CINE ACTUAL

Librerías de viejo


Son las únicas que quedan. Lo demás no puede llamarse librería según se entendía hace algunos años; no podemos decir que lo sean esos comercios en donde venden palabras enlatadas en serie, encargadas, repetidas hasta la saciedad, y en donde los títulos tienen fecha de caducidad, como los yogures. (Naturalmente, las excpeciones confirman la regla, y si no véase "Pròleg", entre otras, en donde saben muy bien lo que es resistir y persistir).


He tenido que ir a Canuda, cómo no, para encontrar un libro cuya dedicatoria es ya todo un acontecimiento. Dice así: "A Dios, que me es muy simpático". Y comienza: "Quiero empezar por dejar dicho, antes de pasar adelante, que la idea, el tema y numerosos incidentes y frases de "La tournée de Dios, cuarta novela que doy a la imprenta para justificación de mi presencia en el Mundo, no se me han ocurrido ahora, en el día de la fecha. (...) Ideé y planeé este libro -en fin- ante el espectáculo misterioso y eterno de la Naturaleza, agobiado de estrellas, sitiado por inmensos bosques de pinos, junto a una hoguera perfumada de resina, con una barba de veinte días y pelando patatas".


"La tournée de Dios", de Jardiel Poncela, no se reedita, a pesar de estar agotadas las existencias desde hace años. Hay una edición disponible, sí, pero facsímil, y cuesta setenta y cinco euros.
Y no parece que sea porque el hombre fuese franquista -¿cómo pudo serlo, y además recalcitrante? Qué poco se parecen a veces los hombres a sus obras, cuándo éstas pertenecen al mundo del arte. Y provocan esas contradicciones: ¿Lo leo o no lo leo? Voy a leerlo. Y luego os cuento.

Cine actual

Me pregunto, por ejemplo, si no será esta profunda oleada de incultura o anticultura analfabetizante la que está consiguiendo que, por ejemplo en el cine, antes de la película, aparezcan una especie de consejos interpretados por los Simpson en los que se recuerda que no se debe fumar en la sala o, y esto es lo increíble, hablar. La gente piensa que está en el salón de su casa u olvida que el cine además de verse se escucha o sencillamente nada, no piensa, sólo hace lo que le pasa por el frontal -nunca más adentro- y santas pascuas. Y ya se ve una haciendo aquello de chssssss y pensando: al cine no vuelvo, es que no vuelvo. Y no vuelve. Yo llevaba un año y medio sin ir a ninguna sala comercial. El lunes recordé por qué.

LUZ MEDIEVAL



Dan las antorchas una luz que es casi como un túnel del tiempo. Se encienden y abren una especie de sendero que nos lleva directos a películas, novelas, pasados imaginarios. A otro lugar, a un momento que no pertenece exactamente a nadie. Y el hecho de pensar en personas que vivieron en épocas remotas, a la luz de las llamas, individuos que probablemente no pudieron pensar en nosotros a la luz de las bombillas, me lleva a preguntarme en quién no soy capaz de pensar hoy, quiénes van a ser los que a la luz eléctrica nos recuerden, y bajo qué claridad van a hacerlo. Un saludo para ellos, también. La educación... que no nos falte.

viernes, 6 de julio de 2007

COSA DE BLOGS Y DE FIN DE SEMANA


De blog:

Un blog solitario es un blog triste. No sabéis cuánto agradezco que, los/las que pasáis por aquí dejéis una señal de vida. Esto es lo más parecido a una botella lanzada al mar con un mensajillo adentro. Si nadie contesta nunca, empiezas a preguntarte: ¿Se habrá destapado la botella y el mensaje se habrá deshecho? ¿Habrá ido filtrándose agua y habrán desaparecido todas las letras una por una? ¿Lo habrá encontrado alguien y, sin leerlo, lo habrá tirado directamente a la basura? ¿Habrá llegado a una isla desierta tan desierta totalmente desierta? ¿Habrá topado con un ser que no habla este idioma, que no habla en absoluto, que no quiere hablar?


De fin de semana:

Al fin, oh sí, al fin viernes, al fin la idea del dolce far niente hecha materia, al fin salir de la ciudad y salir de la vida cotidiana y salir en última instancia de la medida de los minutos según relojes ajenos a los que poco importa el ritmo vital o los placeres o los deseos.

Nos vemos el lunes, pues. Que paséis un genial fin de semana recargando pilas. Os dejo unas lecturas recomendadas:

-"Este libro te salvará la vida", de A. M. Homes; (aunque mejor, de la misma autora, el título anterior, "Música para corazones incendiados"): en cualquier caso, son novelas al estilo cinematográfico de "American Beauty" o "Happiness", historias que revelan la otra cara de la moneda, la angustia cotidiana y el humor que hay que ponerle a la angustia cotidiana que, aún así, sigue siendo angustiosa.

Y a quien le gusten los libros de pensamiento, una pequeña gran joya publicada por Siruela, "La clonación arquitectónica", de Acensión Hernández Martínez, un recorrido por la arquitectura que repone lo perdido, por los edificios que se reconstruyen, por la historia copiada, rehecha, falsa (o no).

Lo dicho.

jueves, 5 de julio de 2007

NOCTURNO


Viajar de noche es distinto a hacerlo de día. La sensación de espacio cambia, el cuerpo está más relajado, incluso cansado, nada se ve alrededor y por lo tanto nada distrae de lo que ocurre en el interior del vehículo. Me gusta charlar, y también el silencio, ese silencio que prepara el siguiente comentario, o un beso, un ¿me pasas el agua?, un ¿nos cambiamos en el próximo peaje? o un ¿nos paramos a tomar algo en el área que viene? Una música suave, a veces. La información de tráfico. No tener prisa. Estar ahí.

miércoles, 4 de julio de 2007

LA MAKABRA


Da no sé qué pasar por delante del ahora desierto solar en que hace no tanto tiempo se encontraba La Makabra. Las malas hierbas crecen a destajo -a una la asalta la esperanza, siempre renovada, de que tarde o temprano la naturaleza va a alcanzar su cometido: ser por encima del cemento- y ya nadie ronda el barrio, o al menos nadie con pinta de estarse haciendo algunas preguntas sobre el sistema.

Una vez más se constata que aquello que no resulta lucrativo, lo que no puede defenderse desde el punto de vista de la rentabilidad económica, tiene los días contados.

La Makabra no era una casa okupa: era un centro creativo okupado. Es distinto. Era distinto. Ya no es. En la foto, todo lo que queda de su historia.

Os dejo unos fragmentos de cómo se recogió la noticia en la prensa escrita:


"Profesionales del mundo del circo han criticado hoy el desalojo de las naves 'La Makabra', donde un centenar de jóvenes okupas habían instalado un centro de artes escénicas en el que practicar y aprender gratuitamente teatro, danza, música y circo.
El gerente de la Asociación de Profesionales del Circo de Cataluña (APCC), Ricard Penedés, se ha desplazado a la confluencia de las calles Tánger y Alava, donde está la antigua fábrica desalojada, y ha mostrado su 'desacuerdo' con el desalojo.
Desde hacía varios años los okupas habían montado en el interior del recinto una gran pista de circo, un gimnasio, dos pistas de 'skate' para patinar y hacer acrobacias, un plató de televisión, un escenario teatral y otros talleres de danza, capoeira y otras artes escénicas que atraía a jóvenes artistas callejeros de muchos países. 'Faltan espacios de creación en Barcelona, por eso hemos pedido un poco más de sensibilidad, aquí no había ningún conflicto con los vecinos, sino que era un lugar al que venían pequeñas compañías a ensayar los espectáculos que luego veíamos por la calle', ha explicado Penedés.
Según el gerente de APCC, 'el desalojo de 'La Makabra' es una equivocación, se tiene que buscar una solución porque desalojando no se soluciona el problema, sino que se traslada, se tendría que hablar entre las partes implicadas para crear espacios alternativos'.

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)