martes, 31 de marzo de 2009

Y SEGUIMOS CON LA SOGA AL CUELLO

Rubén Castillo escribe, en "La tormenta en un vaso", sobre "Con la soga al cuello".
Y cómo decirlo, cómo hablar de lo agradecida que se siente una cuando alguien lee con tantas ganas un libro suyo, cuando alguien le dedica tanto entusiasmo a hablar de él.

Podéis visitar esta publicación en el siguiente link:


A continuación os copio el texto:



martes, marzo 31, 2009
Con la soga al cuello, Flavia Company
Páginas de Espuma, Madrid, 2009. 139 pp. 14 €

Rubén Castillo Gallego

Una de las dificultades, y de las magias, que tiene un volumen de relatos, es que la persona que lo compone debe cambiar de tono, de registro, de personajes y de tema varias veces, sin que el conjunto se resienta, se desnivele o resquebraje. Es un esfuerzo titánico, que pocas firmas consiguen. La escritora Flavia Company (de la cosecha bonaerense del 63) ha compuesto, en este libro que le acaba de publicar el perspicaz Juan Casamayor en Páginas de Espuma, una de esas raras piezas. Diecinueve composiciones, diecinueve malabarismos, diecinueve universos, condensados en un tomo de bellísima presentación y de enjundioso contenido, que captura a los lectores desde las primeras líneas. Tenemos allí, esperándonos, a las ancianas que conviven con la dignidad y con la pobreza en Una vida en común; la intrigante situación de Paqui, una sirvienta de la que su señora no puede tener más queja que el hermetismo que la envuelve (La criada); la historia de infidelidad de una abogada escrupulosa y ordenancista, que traiciona a su pareja con su nueva ginecóloga (Rodajas de limón); la anómala convivencia de un hijo que frisa los sesenta años y un padre que supera los ochenta, tan maniático como manipulador (Padre e hijo); el desasosiego que genera un hombre de mentalidad inestable en los miembros de su familia (La réplica); etc. Las ofertas y seducciones literarias que nos lanza Flavia Company son muy diversas, y todas construidas con finura, elegancia y sensibilidad. Además, hay algunos cuentos que habrían hecho las delicias de otros tantos maestros del género, y que parecen rendirles tributo. Así, el relato Con luz verde explora las posibilidades infernales de un taxi, de la misma forma que Cortázar había indagado las de un autobús; y Julio Equis, aparte de su intrínseco homenaje nominal, sin duda hubiera sido del agrado de quien escribió sobre las peripecias de Lucas o sobre las cosas que suceden cuando se da la vuelta al día en ochenta mundos... Pero es que la versátil Flavia Company (de la que se nos dice en la solapa del volumen que es licenciada en Filología Hispánica, traductora, periodista, profesora, patrona de yate y que toca el piano) no se conforma con regalarnos diecinueve argumentos sorprendentes, sino que postula otros tantos lenguajes, otras tantas piruetas estilísticas, para que el lector no se acomode nunca en una aproximación fácil y repetida: los cambios de voz narrativa, la sintaxis mutante y la movilidad de escenarios salpican el texto de mercurio, de fiebre, de alegría. Se nota que la escritora disfruta contando, y que lo desea hacer (y lo hace) de mil maneras distintas. Dice José Carlos Llop en uno de sus libros (El informe Stein) que el padre Cristino “sabía a la perfección a quién iba a suspender la vida, a quién iba a aprobarlo y a quién a darle un notable. Porque el padre Cristino sabía que la vida no regalaba jamás un sobresaliente”. Es una frase dura y quizá cierta. Pero no es arriesgado asegurar que el talento desplegado por Flavia Company en este volumen editado por Páginas de Espuma sí que se merece, cuando menos, un notable bien alto.

5 comentarios:

winsta dijo...

Flavia, de nuevo mis felicitaciones.
Y sigue creciendo merecidamente.
Y ¡olé!

(No nos hagas esperar mucho tu próximo libro.)

Flavia Company dijo...

Winsta:
Muchas gracias por tu constancia y complicidad.

Anónimo dijo...

Hola Flavia! felicidades por tus logros.
¿En qué parte de la web puedo leer algún relato tuyo?. aquí en tu blog tienes algunno colgado?
saludos!

Gemma dijo...

Ya tengo ganas de leerlo. Pinta muy bien. Felicidades, Flavia

Flavia Company dijo...

Anónimo:
Te recuerdo, para la próxima vez, que este blog no admite comentarios anónimos.
Puedes buscar Padre e hijo. Se publicó en Barcelona Review. Y también hay un cuento publicado en el blog de Antón Castro.

Mega:
Me encantará conocer tu opinión, as usual.

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)