lunes, 14 de enero de 2008

MAR Y VIENTO


Sábado pasado.
Las previsiones indicaban que soplaría un mistral bastante fuerte. Tal vez el comité debería haber suspendido la regata. Pero menudos navegantes aquéllos, atrevidos y quizás un poco inconscientes. "Deprisa, venga, salgamos puntuales, que nos vamos a quedar sin viento", decían algunos. Y se acordó un intinerario de dos vueltas.
La salida estaba prevista para las 13:00h, pero problemas con un vela ligera volcado hizo que se retrasara hasta las 13:26h.
Salimos con unos catorce nudos. Buen viento. Todo el trapo.
Y de pronto el mistral se volvió loco, que es su especialidad. Empezó a aullar, a silbar, a levantar olas que pintaron de blanco el mar. Algunos veleros, los más grandes, estaban cerca de la meta. El comité anunció que se suspendía la segunda vuelta. 26 nudos era ya demasiado para todos.
Los veleros más pequeños, los que todavía estábamos algo retrasados, tuvimos que reducir trapo. Las olas barrían la cubierta, estábamos empapados.
Dos barcos abandonaron: habían roto algo y emprendían el regreso a motor.
Nuestras prioridades habían cambiado: de acabar la regata en una buena posición a, sencillamente, volver a tierra.
En el mar, como en la vida, las prioridades cambian de golpe por razones ajenas a nuestra voluntad, independientemente de nuestras fuerzas. Y darse cuenta y reaccionar a tiempo es imprescindible para sobrevivir.

19 comentarios:

´´ dijo...

caza cabron!!, las regatas refuerzan las amistades , yo solo he hecho una me gusto , pero la tension es grande

NáN dijo...

Uno: tiendo a pensar que no es un relato de ficción, sino una descripción de lo que hiciste; y me quedo pasmado.

Dos: el último párrafo "En el mar, como en la vida, las prioridades cambian de golpe por razones ajenas a nuestra voluntad, independientemente de nuestras fuerzas. Y darse cuenta y reaccionar a tiempo es imprescindible para sobrevivir", es soberbio. Cuántos errores que cometemos no se deberán a seguir aferrados a prioridades que en realidad dejaron de serlo.

Lo que pasa es que esto es bastante peligroso: habría que estar muy seguro de no estar tirando la toalla indebida por pereza o debilidad.

En cualquier caso, la reflexión está servida y humeando.

Anónimo dijo...

¡Qué buena descripción!
Leerla es como haber estado allí.
"Las olas barrían la cubierta, estábamos empapados."
Puedo verlo.

Coincido con nán,"En el mar, como en la vida, las prioridades cambian de golpe por razones ajenas a nuestra voluntad, independientemente de nuestras fuerzas. Y darse cuenta y reaccionar a tiempo es imprescindible para sobrevivir."

Sí, la vida, como el mar, a veces azota y barre. Y hay que cambiar el rumbo.

Flavia Company dijo...

Francis:
Jajajajaja, veo que guardas memoria al menos del lenguaje de la regata en que participaste.

Nán:
No es ficción, no. (Aunque la foto no corresponde. ¡Para hacer fotos estábamos, jajajaja!)
Creo que no es tan difícil distinguir la pereza o la debilidad, si se mira de frente.

Winsta:
Gracias.
La verdad es que fue emocionante.
En el mar, de todos modos, es en principio más fácil que en la vida detectar el cambio de prioridades.

dintel dijo...

Es tan difícil conocer el mar como la vida. El mar es la mejor metáfora de la vida y curiosamente, soplan los mismos vientos.

carmen moreno dijo...

Yo vivo en el Atlántico, en la ciudad del viento así que sé de marejadas, mar picada y sálvese quien pueda, pero jamás pensé en una descripción tan buena. Imagino que el velero de Juanito (un amigo) hace trampas con su motor de emergencia que casi nunca funciona.
Véngase usted por aquí, Señora Company, la llevaremos donde el Atlántico y el Mediterráneo comparten lengua de tierra.

Flavia Company dijo...

dintel:
El mar y la vida son, en efecto, dos incógnitas imposibles de despejar.

carmen moreno:
No me lo diga dos veces, que voy. Jajajaja.

carmen moreno dijo...

Véngase, véngase. ¿Pa'cuándo? Mi Primo (Nán) también nos debe visita, así que anímense.

Joana dijo...

La vida. Tomando el enfoque matemático, no sabría decir si es la incógnita a despejar o una variable. O ambas cosas a la vez.

Al mar lo conozco sólo de vista.

Flavia Company dijo...

Carmen Moreno:
Pues si combino con su "primo Nán", no le digo yo que no. Pero vamos a ver, su amigo Juanito nos llevaría a navegar... ¿no? ¿De qué ciudad hablamos?

Joana:
Al mar siempre se lo conoce sólo de vista, o eso parece. Nunca reconoce a nadie, no tiene amigos.

Anónimo dijo...

De Cádiz, doña Flavia, de Cádiz. Hombre, no he hablado con Juanito, pero si se negara o negase una paliza siempre acaba convenciendo, no crea. Coordine con mi Primo (si a este hubiera que darle otra paliza... todo es ponerse).

Flavia Company dijo...

Carmen Moreno:
La veo hoy muy violenta, no sé yo. A ver si me va a tocar a mí también. Jajajaja. Preferiría que los convenciéramos con otros métodos... ¿O se dedica usted a algo que tenga que ver con la autoridad intimidatoria, las fuerzas del poder, algo así?
Cádiz, qué maravilla. Me encantó. Y ganas de volver no me faltan.

Anónimo dijo...

No, no, doña Flavia, yo uso la violencia como forma de diversión... Puaj, luego no mato ni una mosca... Este sentimiento de humanidad...

Flavia Company dijo...

Carmen Moreno:
Ya me parecía, doña Carmen, impropio de usted. Me alegra su respuesta.

clu dijo...

"Entre nosotros existía, como ya he dicho en algún lugar, el vínculo de la mar, que, además de mantener unidos nuestros corazones durante largos períodos de separación, tenía la virtud de hacernos tolerantes para con las historias, e incluso las convicciones de cada cual".

El corazón de las tinieblas.
J. Conrad.

¡Y por cierto ! ¡felicidades maestro! Se mantiene usted muy bien..

dintel dijo...

Será porque una incógnita no puede despejar a otras, sólo dejarlas indeterminadas...

Flavia Company dijo...

Clu:
El maestro Conrad, a pesar de las infectas traducciones a las que lo están sometiendo en los tiempos actuales editores sin corazón, ya sea en las tinieblas o no, sigue a prueba de naugragios.

Dintel:
Bien visto. Eso es.

Flavia Company dijo...

Donde digo "naugragios" quería decir "naufragios".

Anónimo dijo...

¿Alguien me pasa una toalla?

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)